La evaluación de los aprendizajes ha venido dando resultados favorables, porque contribuyen al desarrollo de la lectura, la expresión oral y escrita, al desarrollo del pensamiento y la imaginación, a la creatividad en el sentido de que cada uno busca y determina su manera o forma de estudiar y realizar sus trabajos tanto en clase como fuera de la clase, en la preparación de sus trabajos con motivo de realizar exposiciones de temas acordados con anterioridad, de mejorar tanto la escritura como la ortografía de las palabras, en la producción de composiciones poéticas, así como de su declamación ante el público, elaboración de boletines, dípticos, trípticos, etc.
Así pues, la evaluación de los aprendizajes queda sustentada en el registro de la escala que cada maestro lleva a cabo, tomando en cuenta el desempeño de cada estudiante, en su mayoría dejando el 50% al examen escrito y el otro 50% a las variantes de la escala correspondiente.
Otro elemento que se ha considerado en la evaluación del aprendizaje es que el estudiante debe cumplir con un máximo del 85% de asistencia a las clases, de no ser así el estudiante queda reprobado y debe regularizarse según la programación de la institución y haciendo el pago correspondiente para tal efecto.